Mindfulness y el problema del insomnio

Todos hemos tenido problemas para dormir alguna vez, noches interminables en las que damos vueltas en la cama buscando una postura que no encontramos, y en las que nuestra mente está especialmente activa. Revisamos el día, anticipamos posibles desastres, buscamos soluciones a nuestros problemas, y todo ello en vez de descansar. De alguna manera todos tenemos la intuición de que esa actividad mental está en la base de nuestra incapacidad para conciliar el sueño. Y ciertamente, muchos de nuestros pensamientos nocturnos activan el sistema de “lucha-huida” de nuestro organismo, lo que nos mantiene despiertos. Aún así, somos incapaces de parar la máquina de pensar.  

Uno de los pensamientos más inquietantes cuando no podemos dormir es precisamente la idea de no dormir suficiente. Nos enganchamos a pensamientos del tipo “si no me duermo pronto, mañana estaré fatal, no podré rendir en el trabajo, no podré aguantar el día entero, me lo van a notar, etc.”. Miramos el reloj continuamente para ver cuánto tiempo de sueño nos queda y nos consume la ansiedad anticipando lo mal que estaremos al día siguiente. De este modo nos metemos en una trampa mental.

Los tratamientos convencionales para el insomnio (sin medicación) se centran en tres aspectos: control de estímulo, higiene del sueño y relajación. Todos ellos pueden resultar efectivos, sin embargo aquí te proponemos un nuevo planteamiento “dejar de luchar contra el insomnio”. El sueño es algo natural, que acontece sin esfuerzo, sin que nos demos cuenta. Por tanto la actitud que favorece el sueño es la de dejarse llevar, no la de luchar contra algo. A todos nos suenan la expresiones “dejarse vencer por el sueño”, “abandonarse al sueño”, etc. Todas tienen que ver con el “no-hacer”. Por ello cuanto más nos empeñamos en dormir, menos lo conseguimos.

La conciencia plena (el Mindfulness) favorece esta actitud. Luchar contra el insomnio nos mantiene despiertos, sin embargo cuando practicamos meditación, al aceptar cualquier cosa que ocurra en el momento presente, desactivamos la batalla. También la práctica de la plena conciencia nos ayuda a desechar los demás pensamientos que activan nuestro sistema de lucha, como es pensar en los problemas del día, posibles catástrofes futuras, preocupaciones, etc. Nos permite ver esos pensamientos nocturnos como lo que son, pensamientos, y a dejarlos pasar sin engancharnos a ellos.

Así pues la práctica del Mindfulness antes de dormir puede ser una práctica que favorece el sueño y el descanso. 

Laura Sánchez