Pensamiento 4: el miedo

El miedo, que no la ansiedad, es un sentimiento sano. El miedo nos avisa de que existe una situación potencialmente  peligrosa, nos alerta, y prepara el cuerpo para responder en consecuencia.
El miedo por tanto forma parte de la vida. Nos lo podemos encontrar en diversas formas, se siente de diferentes maneras a lo largo de la vida. Todos los seres humanos tienen miedos, miedos diferentes.
Hay miedos más amplios: miedo a morir, miedo a vivir, miedo a equivocarse, a defraudar, a perder, a fracasar....Y miedos más concretos: a la oscuridad, a perder el trabajo, a arruinarse, a realizar determinadas actividades o relacionarse con determinadas personas o animales....
Pero el miedo, es miedo y al final la respuesta al miedo no es luchar contra él, ni tampoco intentar evitarlo a toda costa, la respuesta es al fin, aceptarlo.
Es incómodo, no agradable, molesta, pero desde la aceptación aprendemos que lo que no podemos permitir es que nos bloquee, y si lo que lo provoca no es una situación altamente peligrosa no dejar de hacer aquello que nos proponemos. El límite entre que es y que no es peligroso es, a veces, algo subjetivo. Yo no me tiraría en paracaídas, porque me da miedo, pero no es un objetivo vital para mi, por eso he decidido no hacerlo.
También me da miedo equivocarme cuando tengo que elegir, pero entiendo que en la vida hay que elegir y eso implica perder algo, por eso no me niego a elegir, aunque a veces lo haga con miedo.
En definitiva, aceptar el miedo y "no dejar de hacer" a pesar de sentirlo.